El origen de la osteopatía

LA HISTORIA DE LA OSTEOPATÍA

Andrew Taylor Still y el nacimiento de la osteopatía

Andrew Taylor Still, el fundador de la osteopatía, nació en 1828 en el condado de Lee, Virginia.

Ya en su adolescencia, Andrew Taylor Still estaba interesado en la anatomía y comenzó a diseccionar los animales que cazaba. A través de su propia motivación, educación y estudio, se convirtió en un médico pionero y sirvió como capitán en el Ejército de la Unión durante la Guerra Civil Estadounidense. Andrew Taylor Still usó sus conocimientos y habilidades médicas para ayudar a los heridos, lo que elevó su conocimiento de la anatomía humana.

“Después de que sus hijos y su esposa murieran de meningitis en 1864, se sintió completamente impotente para enfrentar la enfermedad que lo llevó a esta tragedia, perdió la confianza en la medicina y comenzó a buscar un enfoque de tratamiento diferente a la medicina convencional”.

El resultado final de su búsqueda resultó en lo que ahora llamamos osteopatía. El 22 de junio de 1874, a las 10 de la mañana, Andrew Taylor Still tuvo una revelación y el concepto de osteopatía estaba claro en su mente. No es raro que los inventores y pioneros recuerden el momento exacto del descubrimiento de su invento, y ese momento de inspiración a menudo se conoce como el Principio Eureka. En el proceso, después de años de investigación y estudio, todas las ideas se juntan en un momento específico, y ocurre una revelación tan significativa que la persona puede recordar el momento exacto en que sucedió. Otra interpretación es que fue más un momento de toma de decisiones y no una revelación que ocurrió ese 22 de junio de 1874.

En ese momento, la experiencia y el conocimiento acumulado de Andrew Taylor Still hicieron posible tomar la decisión de «reformar» la práctica médica introduciendo la osteopatía, en la que el terapeuta usa sus manos de «poderes naturales» en lugar de «químicos tóxicos». En ese momento, la osteopatía era un nuevo modelo de diagnóstico y tratamiento, que consideraba al cuerpo como una unidad en la que todas las funciones y estructuras están interconectadas.

En ese momento, la osteopatía se aplicaba principalmente al sistema musculo esquelético, y Andrew Taylor Still fue el primero en reconocer la importancia que tenía el suministro de sangre para la salud y lo que podía resultar en el desarrollo de enfermedades si la sangre no fluía correctamente en la sangre, esto obstaculizó el suministro de nutrientes y oxígeno a todas las células del cuerpo. Andrew Taylor Still enseñó el concepto de inmunidad natural del cuerpo y que el cuerpo tiene la capacidad de curarse a sí mismo a través de procesos internos.

Sin embargo, no fue hasta el año 1885 que Andrew Taylor Still comenzó a usar el nombre de osteopatía para su nuevo enfoque, al mismo tiempo que experimentó con varios enfoques y técnicas de tratamiento diferentes.

Así aprendió de los indios Shawnee el arte de la manipulación articular (técnicas de contención o técnicas de movimiento). Probablemente adquirió estas habilidades mientras trabajaba en la Misión Wakarusa en Kansas.

Andrew Taylor Still descubrió, paso a paso, cómo lidiar con las manipulaciones articulares de todas las técnicas que mejor se adaptan a las “disfunciones anatómicas”. Y decidió desarrollar estas técnicas para que también pudieran utilizarse para síntomas que no se originaban en ortopedia o reumatología. Por este motivo, hasta el año 1880, Andrew Taylor Still utilizaba principalmente manipulaciones articulares en sus tratamientos y desde el año 1882 se le conoció como “Knocheneinrenker”, palabra alemana para alguien que coloca huesos en su lugar. De ahí el nombre de “osteopatía”.

El cuerpo en su conjunto – OSTEOPATÍA

¿De dónde viene el nombre de osteopatía?

El nombre osteopatía proviene de dos palabras griegas:

«Osteon» que significa hueso y «Pathos» que significa sufrimiento.

Sin embargo, en la literatura médica se entiende «patetismo» como una enfermedad, como «miopatía» (que significa enfermedad muscular). Por esta razón, el término «osteopatía» a menudo se malinterpreta, se entiende como una «enfermedad de los huesos».

Sin embargo, esta no era la intención de Andrew Taylor Still, quería un significado más completo con la palabra «patetismo». Usó el término «patetismo» en el sentido de que significa «sensible a», «percepción de» o «sensación de huesos». Por lo tanto, el término «osteón» en osteopatía significa sensibilidad ósea y, por lo tanto, refleja el concepto de osteopatía, que puede conducir a una disfunción del sistema musculoesquelético a través de otros sistemas corporales, dando como resultado una enfermedad.
Los cuatro principios básicos de la osteopatía

Los cuatro principios básicos desarrollados por el médico estadounidense Andrew Taylor Still hace más de 120 años siguen siendo válidos hoy en día en todas las áreas de la osteopatía.

 

En la osteopatía, no es la enfermedad / síntoma lo que se trata, sino el ser humano en su conjunto. El hombre está formado por una unidad global, cuerpo, mente y alma. El osteópata, por tanto, considera no solo el cuerpo, sino también el entorno del paciente con todas las posibles interacciones.

 

Incorporar en su terapia aspectos psicoemocionales, así como la condición física, nutrición, ejercicio y relajación. Solo la perfecta interacción de todos los tejidos permite una función equilibrada.

Autocuración

El cuerpo tiene poderes curativos, mecanismos de autorregulación y sistemas de salud. El objetivo de un tratamiento osteopático es estimular y apoyar los poderes de autocuración del cuerpo para que el cuerpo recupere su equilibrio interno y supere el dolor.

Mientras el cuerpo esté bien equilibrado, sus poderes de autocuración funcionan. Sin embargo, cuando se producen alteraciones del equilibrio, como desequilibrios de los tejidos, malposición de los huesos, congestión de líquidos, desnutrición y desintoxicación celular insuficiente, el cuerpo a menudo no puede activar sus poderes de autocuración. El resultado es un mal funcionamiento que provoca dolor y enfermedad.

La estructura gobierna la función

El cuerpo está formado por estructuras de tejido cuya forma y función están indisolublemente ligadas. Cuando la estructura del cuerpo está restringida o desplazada, la función del cuerpo también cambia. Los osteópatas liberan las restricciones de movimiento con las manos y así ayudan al cuerpo a corregir las disfunciones. La función puede normalizarse, recuperar el equilibrio y los síntomas desaparecer.

la ley de la arteria

Cualquier tipo de tejido solo puede funcionar bien si está bien vascularizado. Lo que significa que un buen flujo de sangre, libre de obstrucciones, que impida su circulación normal, mantiene los tejidos en armonía, y su funcionamiento normal y saludable. Si la sangre no circula de forma fluida y sin obstrucciones, los nutrientes y el oxígeno no llegan a las células en cantidad suficiente, y las células son la unidad fundamental del ser humano y de todos los seres vivos.

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