En una época en la que la medicina era un territorio casi exclusivo de los hombres, la osteopatía se convirtió en una de las primeras ramas sanitarias en abrir sus puertas a las mujeres, ya desde finales del siglo XIX. Este artículo rinde homenaje a siete mujeres que, desafiando las restricciones de género de su tiempo, contribuyeron de forma decisiva al desarrollo y consolidación de la osteopatía.
Nettie Bolles se sintió atraída por la osteopatía tras presenciar la recuperación de su madre gracias a los tratamientos del Dr. Still, fundador de la disciplina. Fascinada por los resultados, solicitó estudiar con él y, en 1894, se convirtió en la primera mujer en obtener el título de D.O. Además de ejercer durante toda su vida, fue docente, prolífica autora y la primera mujer en formar parte del claustro y en editar el Journal of Osteopathy. Su legado sigue inspirando a generaciones.
Alice Mery Smith, tratada desde niña por el Dr. Still, decidió seguir sus pasos y se graduó en la ASO en 1895. Se especializó en obstetricia y ginecología, llegando a dirigir el departamento en la A.T. Still School of Nursing y a ocupar el cargo de vicepresidenta en la AAAO, precursora de la actual American Osteopathic Association.
Nacida en Rhode Island en 1904, Anne Wales fue una de las pocas mujeres de su promoción en la ASO. Compaginó sus estudios con la docencia en anatomía y participó activamente en la atención a pacientes durante la epidemia de gripe de 1925. Fue la primera mujer osteópata en ser licenciada en EE.UU en su estado y, junto a su marido, Anne fundó una clínica totalmente gratuita para niños con algún tipo de discapacidad. Wales también editó y difundió la obra de William Sutherland, pionero de la osteopatía craneal.
Viola Frymann, originaria de Inglaterra, se graduó en medicina y cirugía antes de especializarse en osteopatía en California. Centró su carrera en la atención pediátrica y en 1982 fundó el Osteopathic Center for Children, además de una organización dedicada a la investigación en salud infantil desde la perspectiva osteopática. Fue una reconocida profesora que ejerció la labora docente a nivel internacional y fue autora de numerosas publicaciones bibliográficas, con el apso del tiempo fue recibiendo premios de instituciones prestigiosas como la American Academy of Osteopathy.
Ethel Allen superó múltiples obstáculos para acceder a la formación médica, enfrentándose a la discriminación por su género y raza. Finalmente, logró graduarse como D.O. en 1963 y se dedicó a la medicina en entornos desfavorecidos, autodenominándose con orgullo “Ghetto Doctor”. Su carrera se vio truncada por problemas de salud, pero su ejemplo sigue siendo un símbolo de perseverancia.
Tras sufrir meningitis espinal y no encontrar alivio en la medicina convencional, Louisa Burns recurrió a la osteopatía, lo que marcó un antes y un después en su vida. Se graduó en 1904 y dedicó más de dos décadas a la investigación y la docencia, publicando obras fundamentales como “Studies in the osteopathic sciences”. Fue pionera en demostrar la relación entre alteraciones somáticas y viscerales, abriendo nuevas líneas de investigación en la osteopatía.
Graduada en el año 1912 con la especialización en disección, Charlotte Weaver dedicó toda su vida profesional a su pasión; la osteopatía y a la investigación concreta del cráneo y todo lo relacionado con el sistema nervioso central. Charlotte consideraba a los huesos del cráneo como unas estructuras articulares y profundizó mucho en el estudio de los reflejos neuropsiquiátricos. Su trabajo fue tan relevante que, hasta el final de su vida, seguía investigando y su biografía es referencia en la osteopatía craneal.
Estas siete mujeres rompieron techos de cristal en un campo dominado por hombres y sentaron las bases para la igualdad en la osteopatía. Como expresó la Dra. Bolles, “no existe ninguna razón anatómica ni fisiológica que impida a las mujeres aprender y ejercer la osteopatía con la misma destreza que los hombres”. Su ejemplo demuestra que la inclusión femenina es esencial para una medicina más justa, diversa y de calidad. Su legado continúa inspirando a nuevas generaciones de osteópatas en todo el mundo.